Las madrugadoras kabrillas Pedre, Riska, Flaki y Sergio
ponen rumbo a la lejana localidad de Villafranca (esfuerzo más tarde
recompensado), después de dudar bastante del estado del terreno ya que en toda
la noche no había parado de llover.
Después de confirmar que la prueba no se suspendía, nos
llevamos la sorpresa de que la salida es media hora antes de lo pensado, por lo
que ¡vamos tarde!, cosa que no es de extrañar en nosotros. Al final la
organización se encarga de que la ruta no empiece sin nosotros, la lluvia
también parece que nos estaba esperando.
Comenzamos dando un pequeño paseo por la localidad en la
“cabeza de la cola” del pelotón para ir calentando, para adentrarnos
rápidamente en la dura sierra de la zona, de la cual van a dar buena cuenta
nuestras piernas. Empezamos a subir y rápidamente empieza el “duatlón” que va a
hacer que no pasemos frio en toda la ruta. Al final el tiempo nos dejo pasar un
buen dia y tuvimos la suerte de llegar al final sin apenas caídas, sobre todo
de la que se escapo Sergio después de ponerse a hacer descenso.
Una dura pero preciosa ruta la que los chicos de AMV nos han
ofrecido y hemos podido disfrutar; bonitas vistas, generosos avituallamientos y
una gran comida final. Estaremos atentos el próximo año para repetir
Después de comer, entrega de premios, en el que recibimos el
premio al club más lejano y sorteo de regalos en el que nuestra kabrilla Riska
no falto a su cita, mochilita y bolsa de agua para el tío.
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